martes, 9 de octubre de 2007






Por haberme besado, querido amigo,

tienes varios años de buena suerte

y pasas a la posteridad inmaculado.

Debo decirte que admiro varias cosas de ti:

tu manera de vestirte,

tus brazos,

la curva de tus labios,

tu sonrisa de niño salvaje,

tu buen apetito y

el no haber contestado mis cartas.